1. Mantener los descansos cada hora y media, los horarios, el ejercicio diario, aunque baje Dios y hackee la Internet entera.
2. Priorizar los trabajos pendientes con la cabeza, no con el ego, el corazón ni otros niveles.
3. Saber decir NO, férreamente.
4. Concentración, concentración, concentración.
5. Hacer una lista de lo que se hará ese día y no hacer más si sobra tiempo. Cuando sobra tiempo, se descansan 2 horas antes de decidir hacer algo más.
6. Si una vocecita interior dice: voy a explotar, no esperar a ver cómo explota. Bajar el ritmo o, si es preciso, largarse y abandonarlo todo tal como está.
7. Es máxima prioridad no perder la conexión con el cuerpo y la naturaleza (tierra, agua, aire, sol), por encima del trabajo más chupiguai.
El trabajo siempre estará allí. Tu salud, no.
Link // Tomado de PORT 666
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